Han sido todo un éxito las Primeras Jornadas de Musicoterapia, organizadas por la Associació Balear de Musicoterapeutes en Palma de Mallorca, el 27 y 28 de octubre de 2017.
Un acontecimiento fundamental para la difusión de nuestra disciplina en las Islas Baleares, ya que es la primera vez que se organiza un evento de esta portada.
Para abrir a lo grande, las jornadas han sido inauguradas por la psicóloga y musicoterapeuta Marisel Lodeiro, que vino desde Valencia y presentó la ponencia «Musicoterapia: una disciplina apasionante». Marisel hizo una introducción muy exhaustiva de las bases teóricas que fundamentan la musicoterapia, con ejemplos prácticos de su larga experiencia en el ámbito clínico.
Durante todo el sábado, ha habido diferentes ponencias de algunos musicoterapeutas de la asociación, que desarrollan sus proyectos en diferentes áreas: Laura Cañellas ha hablado de musicoterapia en maternidad y familia.
Gabriela Guaglione ha presentado su trabajo con personas mayores afectadas por el Alzheimer y ha mostrado algunas actividades que desarrolla en diferentes residencias de la isla para mantener un envejecimiento activo.
Por la tarde Pau Català ha mostrado el proyecto de musicoterapia hospitalaria con niños que padecen cáncer, que desarrolla en el Hospital de Son Espases desde el año pasado.
Mi presentación se ha enfocado en el trabajo con niños con trastornos del desarrollo, más específicamente con Síndrome de Rett y Trastorno del Espectro Autista.
He mostrado algunos vídeos, he explicado algunas de las técnicas que utilizo y como puede evolucionar un niño a lo largo de un proceso musicoterapéutico.
Los casos que he presentado son una muestra de mi trabajo a lo largo de los últimos 5 años con niños con diversidad funcional, y son un ejemplo de mi abordaje, con un enfoque humanista y creativo, basado en improvisaciones musicales y con una atención especial para la expresividad corporal y el uso de la voz.
Y no han faltado unas «píldoras musicales» que han amenizado el evento: el viernes el músico Hernan Livolsi nos ha ofrecido un viaje sonoro a través de instrumentos musicales del mundo. El sábado la cantante Arantxa Andreu ha cantado unas canciones populares acompañada por su guitarra, y a la noche el cierre ha sido a cargo del Cor Son Serra, que nos ha regalado emociones muy intensas y un programa muy variado de piezas musicales.
Toda la junta directiva de Abamu se ha esmerado en preparar el evento, cuidando cada detalle: desde la elección del CaixaForum, hasta el dibujo del cartel y del programa.
Inclusive la imagen de portada no ha sido una elección casual: la estatua de la sibila Nuredduna, símbolo de Mallorca, cuya historia recalca la importancia de la música como medio de comunicación.
La leyenda de la Nuredduna
Nuredduna era una sibila nieta del sumosacerdote de la tribu que habitaba los encinares del poblado talayótico de Ses Païsses, en Artà (Mallorca), que era tenida en gran consideración por sus dotes adivinas. Un día llegó navegando desde las lejanas tierras helénicas Melesigeni, siendo apresado por la tribu que lo encadenó con el propósito de ofrecerlo en sacrificio a los dioses.
Melesigeni hablaba una lengua extranjera y Nuredduna no podía comprender sus palabras. Sin embargo él tocaba la lira y cantaba, y su música podía ser entendida, así como lo que decía con su mirada. Nuredduna se enamoró de él, y desobedeciendo a los suyos le ayudó a escapar, pero lo pagó siendo sacrificada en su lugar, muriendo apedreada.
Fuente: astrogea.org
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